Sobre el origen de este Blog

Este blog tiene un hermano gemelo, Mitos Latinoamérica, que tiene una gran acogida (2'050.000 visitas). Hay semejanzas entre los dos blogs, pues ambos narran productos psíquicos. Pero la diferencia es que en aquel, yo lo alimento periódicamente con mitos de América Latina, mientras que en este blog, son los lectores mismos los que lo alimentan, al contar sus mitos personales, que son los sueños.

Así que este blog vivirá de la caridad pública, de las “donaciones” ANÓNIMAS de sueños que hagan los visitantes. Aunque son aportes de gran riqueza, no representan un valor económico sino simbólico. Este blog busca constituirse en el cajero automático de un gran Banco de Sueños, en el que cualquier lector pueda consignar sus sueños para compartirlos con los demás. Cada noche nuestra mente produce cantidades de sueños que en su enorme mayoría se olvidan y se pierden para siempre. Así que deseamos crear este espacio en el que la gente pueda compartir este hermoso material.

Acá no intentaré interpretarlos porque para hacerlo se requieren las asociaciones de los soñantes, algo imposible en un espacio como este. Pero como soñante y como terapeuta que analiza sueños en mi consulta particular, tengo la convicción de que debemos evitar que los sueños individuales se sigan extraviando noche tras noche para siempre.

Mi aporte será: 1) publicar en la columna derecha una selección de artículos que hablen sobre los sueños. 2) Clasificar los sueños en categorías, según los temas que traten. 3) Corregir la ortografía; sé que los sueños no tienen ortografía y que lo que hago es una intromisión, pero tengo una tara profesional de docente que me hace imposible publicar algo con errores ortográficos.

Así que demos comienzo a las donaciones de sueños. Pueden donarlos enviando sus sueños al correo adejungcol@gmail.com, y yo los transcribiré como Entrada al Blog.

Un saludo cordial,

Juan Carlos Alonso

Editor del Blog


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domingo, 26 de enero de 2014

La teoría de los sueños de Carl G Jung

Ursula Oberst

Úrsula Oberst es doctora en Psicología por la Universidad Ramon Llull. Desde 1995 ejerce como profesora de Psicología en la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educació y del Deporte de la Universidad Blanquerna. También tiene consulta privada y colabora como Doctora en el grupo de investigación “Conductas Desadaptativas (ConDesA)”. En la línea de investigación Inteligencia Emocional.

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Carl Gustav Jung, junto con Adler otro mayor disidente del psicoanálisis que  fundó su propia escuela terapéutica, la Psicología Analítica, difiere de Freud también en su visión de los sueños. Para él, el sueño es una expresión normal y creativa del inconsciente y no la reaparición parcial de contenidos reprimidos. 

Jung sugiere que los sueños frecuentemente reflejan el trabajo de una pulsión hacia la salud y la madurez psicológica; su función es la de restaurar el equilibrio psicológico del soñador. Muy similar a Adler, Jung también les confiere a los sueños una finalidad; según ambos autores, los sueños tienen una función prospectiva hacia el futuro, como anticipación de acontecimientos futuros. Jung creó la expresión de que los sueños son un “ejercicio preliminar o esbozo” (Jung, 1948/1974, p.41), adoptado luego por el adleriano Shulman (1973). El contenido simbólico es, según Jung, la propuesta de solución de un conflicto. De esta manera, los sueños pueden ayudar, de forma simbólica, a la mente consciente a preparar un camino que ya se está dibujando. Los sueños pueden ayudar a ver las cosas desde otro punto de vista, a complementar la visión parcial y sesgada que tiene la mente en estado despierto y comparar diferentes puntos de vista para que la persona después pueda producir un ajuste o rectificación en estado de vigilia. Para Jung, la función general de los sueños consiste en intentar restablecer el equilibrio psicológico de la persona y compensar las deficiencias de su personalidad. 

Así que, en vez de considerar los sueños un símbolo como disfraz para otra cosa, Jung piensa que los símbolos se deben reconocer como que tienen un valor por sí mismos. Los símbolos y las imágenes en el sueño son el lenguaje natural del inconsciente, y el sueño expresa algo psíquico que sólo puede ser traducido parcialmente en términos racionales. Jung pone mucho énfasis en los símbolos de carácter universal; sus estudios de la mitología, de las religiones, de las leyendas y expresiones culturales le hizo pensar que las temáticas universales encontradas revelan la existencia, en cada individuo, de una parte del inconsciente que es común a toda la humanidad, el “inconsciente colectivo”.

De esto deriva, que Jung, en vez de limitarse a buscar contenidos sexuales reprimidos desde la infancia, pone más énfasis en la vida actual del soñador, intentando encontrar la manera en que el sueño puede ser un tesoro creativo con el potencial de reforzar la personalidad. Jung también rechaza la técnica freudiana de la libre asociación para la interpretación del sueño, pero sin proponer un método propio en cambio. En la práctica, Jung solía trabajar con toda una serie de sueños de una persona y utilizaba una variedad de métodos imaginativos, meditativos y artísticos para llegar a una interpretación. El sueño se considera “analizado” cuando el soñador tiene la impresión que le “da sentido”. 

La teoría jungiana se puede considerar mucho más próxima a la teoría adleriana y a otras más actuales que a la teoría de Freud; como punto a destacar queda la idea de que el sueño puede contribuir al equilibrio psicológico de la persona (en vez de ser una válvula de escape para las presiones causadas por los pensamientos reprimidos) y que esta función es útil, no sólo para descubrir el inconsciente, sino se puede utilizar con provecho en el proceso terapéutico de manera creativa, ya que se trata de procesos psicológicos que nacen en la propia persona. Por otro lado, el énfasis en la simbología universal puede requerir una formación humanística y literaria superior que no todos los terapeutas pueden tener. 

Los autores jungianos más actuales, contrariamente a lo que hacen los freudianos respecto al modelo original, se quedan relativamente cerca de la teoría de Jung sobre la interpretación de los sueños. Beebe (1993) destaca que la función de los sueños es la de llevar un mensaje de la vida inconsciente a la consciente, y por tanto, el inconsciente es propositivo: los sueños tienen algo que decir, y el soñador tiene que entender este mensaje onírico para sacar provecho de sus recursos inconscientes.

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